El Banco Central del Uruguay (BCU) regula y supervisa el mercado de valores y sus agentes, con el fin de contribuir a su funcionamiento transparente, competitivo y eficiente y procurar una adecuada protección a las personas físicas o jurídicas inversionistas.
¿Qué es el mercado de valores?
El mercado de valores es el ámbito en el que se negocian instrumentos financieros (valores). En él interactúan las partes que ofrecen esos instrumentos (emisores), las partes que los adquieren (inversionistas) y las partes que facilitan su intermediación -bolsas e intermediarios de valores (agentes de valores y corredores de bolsa).
Es el lugar de encuentro entre las unidades económicas que necesitan financiación, en general para proyectos de inversión, inversiones a largo plazo y las personas o instituciones que tienen ahorros por los cuales desean obtener un rendimiento.
Tipos de instrumentos financieros
Instrumentos y productos
Productos de renta fija, renta variable o híbridos
Fondos de inversión
Qué son y cómo están compuestos
Título de deuda emitidos por fideicomisos
Quién los administra y cómo funcionan
Antes de contratar
¿Qué tener en cuenta a la hora de invertir?
Es importante que te tomes un tiempo antes de invertir en un producto concreto o de tomar una decisión de inversión.
Aquí unas recomendaciones a tener en cuenta.
Durante la inversión
Recomendaciones y advertencias
Si recibís ofertas para invertir, prestá especial atención a si la propuesta presenta estas características que se mencionan aquí.
¿Sabés si la empresa o el producto que te ofrecen está inscripta, o si cuenta con habilitación para operar? Consultá en esta sección los registros de la Superintendencia de Servicios Financieros del BCU.
Cálculos
Cálculo de intereses, medidas de rentabilidad y rentabilidad o retorno de un bono
Hechos relevantes
Hechos o situaciones relevantes sobre instituciones bajo supervisión del BCU, que se ponen en conocimiento del mercado
Definiciones
Conocé los términos más usados en el Mercado de valores
Preguntas frecuentes
La Ley 16696, de 30 de marzo de 1995, conocida como Carta Orgánica del BCU, y sus modificativas establecen las responsabilidades de la Superintendencia de Servicios Financieros del BCU como órgano regulador y de supervisión de los mercados financieros en general.
La Ley 18627, de Regulación del Mercado de Valores, de 16 de diciembre de 2009, regula la actividad de las partes que participan en el mercado de valores.
Además de las leyes referidas, los decretos del Poder Ejecutivo y las circulares y comunicados emitidos por el BCU también conforman la normativa relacionada a la regulación del mercado de valores.
Los fondos de inversión y la figura del fideicomiso tienen leyes específicas: la Ley 16774, de 27 de setiembre de 1996, y la Ley 17703, de 27 de octubre de 2003, respectivamente. También existen circulares y comunicados del BCU que complementan la regulación al respecto.
Los textos completos de estas normas están publicados en esta página web.
Se denomina mercado primario a la primera venta o colocación de un instrumento financiero; se trata de la venta que se realiza en el momento de la emisión.
Las transacciones posteriores a la primera venta son efectuadas en el mercado secundario.
El mercado secundario es un mercado de negociación en el que los inversores compran y venden valores que ya existen. Es importante debido a que permite hacer líquidos los instrumentos financieros. Los precios se establecen en función de la oferta y demanda en el momento de cada transacción.
La mayoría de las operaciones se ejecutan en el mercado secundario.
Se denomina mercado bursátil a las transacciones con valores que se realizan dentro de un marco normativo, regulado y transparente que se conoce como bolsa de valores. En este mercado los precios de los valores se forman mediante la acción de la oferta y la demanda.
Las operaciones que se realizan fuera de las bolsas se conocen como mercado extrabursátil. Las negociaciones realizadas en este mercado carecen de las ventajas y los controles que tiene el mercado bursátil.
El mercado de cambios es el mercado donde se realizan las transacciones de todos los instrumentos vinculados a la compra-venta de monedas y billetes, mediante operaciones de contado y a futuro. Este mercado opera por acuerdo de partes (over the counter) a través de las mesas de cambio de las instituciones financieras o en el mercado electrónico de la Bolsa Electrónica de Valores.
El mercado de dinero corresponde a la oferta y la demanda de activos financieros de corto plazo de vencimiento de elevada liquidez y bajo riesgo, que pueden considerarse sustitutivos del dinero. Es un complemento del mercado de capitales. En el mercado de dinero se transan los préstamos interbancarios en moneda nacional y extranjera; estos son admitidos de oficio sin necesidad de inscripción en el Registro de Emisores y Valores.
El mercado de capitales, también conocido como mercado accionario, es un tipo de mercado financiero en el que se ofrecen y demandan fondos o activos financieros a mediano y largo plazo. Su principal objetivo es participar como intermediario, canalizando el ahorro de las partes inversionistas para financiar proyectos de inversión o reestructuras de financiamiento del emisor.
Las bolsas de valores son las instituciones cuyo objeto principal es proveer a sus integrantes de los medios e infraestructura necesaria para que puedan realizar eficazmente las transacciones de valores. Permiten el encuentro de partes vendedoras y compradoras de valores de oferta pública y la formación de precios de acuerdo a la oferta y la demanda. También proveen sistemas de información a sus integrantes y al público en general.
Las personas físicas no pueden operar directamente en las bolsas, por lo que deben realizarlo a través de intermediarios (corredores de bolsa o institución de intermediación financiera).
Las bolsas deben regular su actividad de manera de asegurar un mercado transparente y ordenado y promover principios justos y equitativos, que establezca derechos y obligaciones de las entidades operadoras con relación a las operaciones que realizan, siempre en busca de lograr mercados eficientes.
Se consideran intermediarios de valores aquellas personas jurídicas que realizan en forma profesional y habitual operaciones de intermediación entre oferentes y demandantes de valores de oferta pública o privada.
El Banco Central del Uruguay (BCU) autoriza y lleva el registro de las entidades intermediarias de valores, entre las que se distinguen: corredoras de bolsa, agentes de valores e instituciones de intermediación financiera, cuya lista se informa en esta página web.
- Poner a su disposición la comunicación de inscripción en el Registro del Mercado de Valores emitida por la Superintendencia de Servicios Financieros; en el caso de corredoras de bolsa, deberán contar además con el certificado emitido por la Bolsa de Valores de Montevideo (BVM).
- Proporcionar información clara, suficiente, veraz y oportuna acerca de las características y riesgos de los productos, y de los servicios ofrecidos por las entidades intermediarias y solicitados por su clientela, de modo que les permita tomar decisiones con conocimiento de causa.
- Poner a su disposición el detalle de los costos de cada tipo de operación (cargos, gastos, comisiones, tarifas y otros importes aplicables) e indicar para cada caso el concepto, monto, periodicidad de cobro y carácter obligatorio y optativo de cada uno de ellos. Las modificaciones de las condiciones deben acordarse previamente, especificando el medio de comunicación a utilizar y el plazo para efectivizarlas.
- Al ofrecer valores emitidos localmente o en el exterior, deberá facilitar a su clientela el prospecto de emisión y toda la información relevante posterior a la emisión, como calificación de riesgo, cambios en la calificación y modificaciones en las condiciones del prospecto.
- Entregarle una copia del formulario en la que la persona o entidad intermediaria deja constancia de la entrega de la información antes referida.
- Poner a disposición de su clientela de manera periódica los estados de cuenta donde se detallen las transacciones realizadas, la remuneración por concepto de intermediación por cada una de ellas y el saldo de efectivo y de valores de su clientela. La modalidad y el plazo se acordarán en forma escrita.
Para tomar una decisión de inversión más inteligente, es importante obtener información sobre el instrumento. No solo hay que analizar su rentabilidad y la viabilidad del negocio, sino también entender bien las características del valor, sus riesgos y cualquier gasto adicional, como son las comisiones, que puedan reducir los beneficios de la inversión. Por eso, es esencial leer los prospectos de emisión, que están registrados y autorizados por el Banco Central del Uruguay (BCU).
En el caso de inversiones en empresas privadas, es importante conocer el negocio, su historial de dividendos, y la solvencia y reputación tanto del emisor como de la entidad financiera que lo maneja. No se trata solo de tener mucha información, sino de interpretarla correctamente. Por eso, la calificación de riesgo de empresas especializadas es muy útil. Este informe analiza la información de la empresa y su entorno, y da una calificación sobre la probabilidad de que el emisor pague los intereses y el capital en el caso de bonos, o mantenga el valor del capital y pague dividendos en el caso de acciones.
- Objetivos de la inversión: Antes de invertir es necesario establecer el objetivo. La persona inversionista puede buscar una buena rentabilidad, como, por ejemplo, ganar un 15 % anual o poner a trabajar el dinero por determinado plazo y asegurarse la disponibilidad a determinada fecha, o puede estar dispuesta a asumir un riesgo acotado (no quiere arriesgar la pérdida del capital). Los objetivos pueden ser variados. Lo importante es identificarlos previamente. Dichos objetivos dependerán de las características de la persona inversionista, de su edad, de su situación familiar, de su patrimonio o riqueza, de su propensión o aversión al riesgo y de las expectativas de ganancias. Es obligación de la persona física o jurídica asesora de valores o asesora de inversiones definir el perfil inversor de su clientela y tener en cuenta esas características en el momento de ofrecer distintos productos financieros.
- Monto de la inversión: El monto a invertir puede alcanzar un porcentaje del patrimonio que no comprometa la situación personal o familiar de la persona inversionista. Otro elemento a tener en cuenta es que dicho importe no sea un requerimiento personal o familiar de corto plazo, máxime si se consideran las oscilaciones de los mercados y que determinados instrumentos financieros no son fácilmente negociables (transformables en dinero efectivo) a un precio justo o de mercado.
- Plazo de la inversión: El plazo al que se quiere invertir es elección de quien invierte. Si no se tiene experiencia ni el objetivo especular, se debe tener en cuenta que el capital por invertir en instrumentos de largo plazo o con poca liquidez debe ser aquel que no se necesite en una situación de urgencia, debido a que para entrar al mercado a recuperar la inversión es mejor elegir una ocasión favorable.
- Desconfianza ante las promesas de grandes beneficios: Se debe tener en cuenta siempre que la inversión en bolsa conlleva cierto riesgo, por lo que nadie puede asegurar una ganancia. Por lo tanto, se debe desconfiar de quien prometa elevados beneficios en muy poco tiempo, y se debe recordar que el mayor beneficio es la contrapartida de un mayor riesgo (entre otros, el de perder parte o todo el capital).