El interés se puede definir como «el monto de dinero que se paga por el uso de un capital». Por lo tanto, el interés representa el costo de un préstamo o la rentabilidad de un ahorro. El monto de dinero que se paga por concepto de interés dependerá de la cuantía del capital, del plazo, la tasa de interés y cómo se aplica esa tasa de interés.

Para la realización de una operación financiera es necesario conocer cuatro elementos:

• la inversión inicial (capital inicial C0),
• la tasa de interés (i),
• el régimen de aplicación de la tasa de interés a emplear (ejemplo: interés simple, interés compuesto),
• el plazo o tiempo de duración de la operación (n).

El interés representa la variación de dinero por unidad de tiempo y se calcula restándole al capital final el capital inicial. Se expresa en unidades monetarias y al ser una medida absoluta, no siempre nos indicará la alternativa financiera correcta; por ejemplo, no siempre será más barato el crédito donde esa diferencia sea menor (porque hay que considerar otros factores como el plazo).

La tasa de interés mide de manera relativa la variación de dinero por unidad de tiempo. Nos informa cuánto es el interés que genera una unidad monetaria por período. Se le calcula dividiendo el interés entre el capital inicial y se expresa en términos porcentuales.

La tasa de interés siempre tiene referencia con la moneda en la que se prestó el capital. Por ejemplo: los préstamos en pesos uruguayos tendrán un interés expresado en pesos uruguayos y los préstamos en dólares, un interés expresado en dólares.

La unidad de tiempo en la que generalmente se expresan las tasas de interés es el año. Si se quiere calcular el interés por períodos inferiores, se debe calcular la tasa de interés equivalente a la del año, pero en proporción al período que interesa.